miércoles, 25 de abril de 2012

Acerca de las emociones y la creatividad

Hay muchas personas que me inspiran. Eduard Punset es una de ellas, por el valor de las interrogantes que se plantea y por las respuestas posibles que nos acerca a TODOS, no importa la edad o los estudios que tengamos.

Hoy comparte en su blog unas palabras que conectan con la línea de los ideales que quiero transmitir en Educando con la Tribu, sobre la importancia de la creatividad y conectar con las emociones. Él comparte...yo comparto.

http://www.eduardpunset.es/17801/punset-en-los-medios/seria-mejor-una-educacion-orientada-a-la-creatividad-y-al-desarrollo-emocional

martes, 24 de abril de 2012

PORQUE SOMOS TODOS

En cierto modo, hoy en día formamos pequeñas tribus, repartidas por todo el planeta, de una gran diversidad. Tu tribu, puede ser tu familia, amigos, una asociación de vecinos, el entorno escolar, el club de petanca, tu grupo favorito del facebook, los que rezan contigo en la Iglesia, tus compañeros de Yoga.... Es decir, tu tribu es aquello que conecta con tu propio ser y representa tus ideales culturales, sociales, morales, intelectuales o religiosos.

Cuenta la historia que hubo un tiempo en el que los seres humanos no eramos tantos. Convivíamos en buena armonía con el resto de seres del Planeta y nos distribuíamos en pequeños grupos, desperdigados por aquí y por allí, sin ser muy diferentes a otros grupos de animales. Entre estos grupos o tribus, a menudo existía una basta extensión y cada tribu, vivía adaptada a las peculiaridades de su entorno natural. Su supervivencia estaba vinculada a su estatus grupal. Cada miembro de la tribu era necesario y trabajaban en equipo.




En esos tiempos de ayer, no existía Internet, ni libros, ni tan siquiera escuela. Había muy pocos oficios que escoger y  lo poco que se hacía (cazar, recolectar, fabricar utensilios,...), lo hacía el grupo entero. Los niños compartían su tiempo con el resto de la tribu (otros niños y mayores), pero sobre todo, al principio, acompañaban a sus madres, que los llevaban siempre en brazos o colgados con la ayuda de alguna tela. No existían los cochecitos, ni las cunas, ni las guarderías y  no los podían dejar solos, expuestos a los peligros de la naturaleza. Cuando aprendían a andar, seguían acompañando a sus mayores y aprendían de forma natural, observando a los demás y tomando partido en las tareas en la medida de sus posibilidades.

A pesar de que la escuela, tal y como la conocemos, no fue creada hasta hace muy poco, aquellas tribus salieron adelante,  evolucionaron y estamos aquí gracias a su supervivencia y sus progresos.

¿Cómo lo consiguieron?  Algunos dirán que porque eran inteligentes. Pero una cosa es ser tan inteligentes como para sobrevivir y otra muy distinta es serlo para evolucionar. Algunos pensamos que una de las claves de la evolución del ser humano es la CREATIVIDAD.


 Puede que uno de ellos, intentando cazar algún animalillo para comer lo golpeara contra una piedra o una rama afilada y el animal resultara malherido. Con una inteligencia lógica, llegó a la conclusión de que esa manera le haría más fácil la caza, pero sin duda fue su inteligencia creativa la que le llevó a construir un arma más elaborada. Y es así como comienza la evolución que nos lleva hasta nuestros días: tomando los recursos que nos proporciona la naturaleza y transformándolos para nuestro provecho con nuestra capacidad creativa.




Así pués, el hombre comenzó a evolucionar, pero a pesar de nuestra inteligencia debemos reconocer que también hemos cometido muchos errores por el camino.


Evolucionamos culturalmente, porque al aumentar nuestra capacidad para alimentarnos y resguardarnos, nuestras tribus crecieron. Con el tiempo, lo que antes eran bastas extensiones entre pequeñas tribus, ahora eran cortas distancias entre pueblos. Luego llegaron las ciudades, empezamos a comerciar con los pueblos vecinos, haciendo trueques de materias primas, y así beneficiarnos mutuamente. Y finalmente, alguien creó el dinero y el intercambio equitativo de materias comenzó a no ser tan equitativo. Cada vez éramos más, necesitábamos más y el instinto de supervivencia nos puso esta vez en contra de nuestros vecinos. Así surgen las guerras, cuando utilizamos nuestra creatividad para eliminar a los otros y así quedarnos también con su parte.

Ese mismo egoísmo que nos lleva a las guerras, es el que nos lleva a destruir nuestro entorno, la Tierra. No sólo hemos empleado mal nuestra creatividad para la guerra, sino también a la hora de tomar los recursos naturales. Muchas especies se han extinguido, la atmósfera está contaminada, etc.

Pero el cometido de mi blog, no es seguir el ejemplo destructivo de nuestros antepasados, sino ayudar a construir un futuro para nuestros hijos lleno de posibilidades. Cualquier científico que se precie de serlo, os dirá que todos los resultados de una investigación, tanto positivos como negativos, son necesarios para llegar a una conclusión. Es cuestión de probar,  descartar lo que no vale y encaminarse hacia lo que sí vale.

Mis hijos son los que me inspiran, mi mayor responsabilidad. Ellos son como un pozo lleno de creatividad. Mi objetivo es conseguir que ese pozo nunca se seque. Como he dicho antes, pienso que es la creatividad la que nos ayuda a evolucionar. Así pues, en EDUCANDO CON LA TRIBU vamos a:

  •  Fomentar la creatividad constructiva.
  •  Encontrar nuestra propia identidad, nuestra propia tribu.
  •  Construir un futuro mejor preparado.
  •  Equilibrar nuestra relación con la Naturaleza.
  •  Enriquecernos con la gran diversidad de nuestro entorno y con nuestro pasado.
  •  Educar con apego.
  •  Sembrar buenos valores.
  • Compartir bellos ideales.
  • Aprender a aprender.
  • Educar las emociones.



Todos juntos podemos convertir la educación en una bonita colcha de patchwork, si unimos cada cual su pequeño trozo con el de los demás. ¿Os imagináis semejante enriquecimiento cultural si cada cual aportara un trozo a esa colcha? Podemos compartir esos retazos y confeccionar puntada a puntada una gran colcha donde todas las culturas tengan cabida.

 Al abrigo de tal diversidad, quizás ciertos aspectos de la educación puedan verse favorecidos. Habrá que descubrirlo...

¿ME ACOMPAÑÁIS? Os aseguro que será un bonito camino.